Todos necesitamos Apoyo

Recuerdo estar en un taller vivencial donde realizamos un ejercicio que consistía en cerrar los ojos y tratar de llegar al centro siguiendo un conjunto de reglas. El instructor mencionó las reglas, pero también indicó que cualquiera que necesitara asistencia podía pedirla. Sin embargo, cuando comenzamos la actividad, pasamos 20 minutos tratando de llegar al centro y, al final, nadie lo logró. El instructor explicó que para superar la prueba, solo era necesario pedir asistencia, lo cual nos liberaba de las reglas y nos permitía llegar al centro.

Mateo 7:7 dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.”

Uno de los puntos que resaltó el instructor fue la situación en la que un ciego guiaba a otro ciego, ya que todos teníamos los ojos cerrados. Esto ejemplifica que en medio de nuestras dificultades, a menudo pedimos consejo a la persona equivocada en lugar de recurrir a quien realmente tiene la solución. Por eso, es crucial identificar a quienes tienen resultados y considerar quién podría ser tu mentor. Si recurres a alguien que está en tu misma situación (ciego), solo añadirás más problemas a tu vida.

Una de las formas de recibir ayuda es a través de una persona con resultados o de un mentor que esté donde tú quieres llegar. Hebreos 4:16 nos dice: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Otra clave es recurrir a Dios (la mejor). Todos en la vida enfrentamos dificultades y circunstancias que se nos salen de las manos, donde intentamos encontrar una solución pero no la hallamos. Dios tiene la solución a todos tus problemas; como dice el Salmo 121:2: “Mi socorro viene del SEÑOR, que hizo los cielos y la tierra.” Dios te proveerá la ayuda que necesitas en el momento oportuno. La bendición llegará cuando tengas la capacidad para recibirla. Por eso, pide sabiduría, como en Santiago 1:5: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”

¡Pide sabiduría a Dios, no estás solo!