Te roban las Oportunidades
Juan 14:1 “Que no se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”. La vida presenta muchas oportunidades, vistas comúnmente de manera positiva, pero también se deben considerar desde un punto de vista negativo. La palabra oportunidad, proveniente del latín opportunitas, hace referencia a la conveniencia de un contexto y a la confluencia de un espacio y tiempo adecuados para obtener un provecho o cumplir un objetivo.
Tu perspectiva sobre las oportunidades depende de tu posición. Por ejemplo: si alguien busca comprar un coche y se entera de que un vecino desea vender el suyo con urgencia, esto representa una oportunidad para el comprador. La vida, en cada momento, ofrece oportunidades, ya sea para darte gozo o para quitártelo. En ambos casos, la decisión es tuya. Como dice Jim Rohn: “La indecisión es el ladrón de la oportunidad”.
Por lo tanto, “Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!” – Filipenses 4:4. Entiendo que es difícil estar alegre en todo momento, pero cada instante es una oportunidad. Lo mejor que puedes hacer es superar los malos momentos y aprovechar las oportunidades para crecer. No permitas que los malos momentos te roben tu progreso. Recuerda: “Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.” – Salmos 94:19.
Como dice Paulo Coelho, “Estamos tan apegados a nuestra forma de vida que rechazamos las oportunidades simplemente porque no sabemos qué hacer.” Esto le sucede a aquellos que nunca decidieron salir de su zona de confort, esperando que las oportunidades de la vida lleguen a ellos sin darse cuenta de que haciendo lo mismo no obtendrán resultados diferentes. Para ver nuevas oportunidades, es necesario hacer cosas nuevas.
Dios quiere traer cambios de prosperidad y bendición a tu vida, pero si te apegas a hacer siempre lo mismo, te será imposible recibir bendiciones mayores.
¡Déjate guiar por aquel que sacará una mejor versión de ti, Cristo!
