Resultados del Pasado y Construcción del Presente
Comprender dónde nos encontramos hoy implica mirar hacia atrás y evaluar los resultados de nuestras acciones pasadas. “El mundo está en las manos de la gente capaz de ver la transformación del presente, de la gente con coraje para vivir sus sueños, cada cual de acuerdo con su propio talento”, nos recuerda Paulo Coelho, subrayando la importancia de actuar conforme a nuestras capacidades únicas.
Nuestro presente es, en esencia, la intersección de decisiones pasadas y futuras ambiciones. Como señaló Michel Eyquem de Montaigne, “No existe el presente: Lo que así llamamos no es otra cosa que el punto de unión del futuro con el pasado”. Esta perspectiva nos invita a considerar cada acción como un eslabón hacia el futuro que estamos construyendo.
Las escrituras nos proporcionan una guía clara sobre cómo nuestras elecciones influyen en nuestro destino. En Deuteronomio 30:15-16, se nos presenta un mandato divino: elegir entre la vida y la prosperidad o la muerte y la adversidad. Seguir los caminos que Dios ha delineado para nosotros garantiza no solo nuestra supervivencia, sino una multiplicación de nuestras bendiciones.
Por eso es crucial vivir intensamente cada día, sin repetir los errores del pasado. La aprensión hacia los lunes es común entre aquellos atrapados en la monotonía, pero para quienes persiguen sus sueños con determinación, cada nuevo día es una preciosa oportunidad para acercarse más a sus metas.
Finalmente, las palabras de Deuteronomio 31:6 nos invitan a ser firmes y valientes en nuestro camino, recordándonos que no estamos solos en esta travesía: “Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.”
Asumamos el control de nuestro presente con la firmeza de quien conoce su pasado y anhela construir un futuro prometedor.