¡Levántate!
Al mencionar la palabra “levántate”, vienen a mi mente dos películas de boxeo que dejaron una marca en mi vida. Te hablo de esta palabra porque, aunque la entendemos como un simple movimiento físico para ponernos de pie, cada día batallamos para levantarnos en más de un sentido. En este mismo momento estás batallando contra la gravedad.
En la película de Rocky, cuando Rocky le habla a su hijo, le dice que no hay nada que golpee más fuerte que la vida, y que cada día esta intentará llevarnos al suelo. Sin embargo, está en ti aguantar y levantarte. Admiramos a quienes han logrado el éxito porque son quienes se han levantado después de caer, mientras muchos permanecen en el suelo. La única razón por la que Mike Tyson perdió su primera pelea fue porque su contrincante nunca dejó de levantarse. Del mismo modo, tenemos el bombillo en nuestros hogares porque Edison nunca dejó de levantarse tras cada fracaso. Si miras la historia, solo se recuerda a aquellos que se levantaron frente a la adversidad.
Otra película que me impactó fue Revancha, que narra la historia de un boxeador que, tras sentirse confiado como campeón, enfrenta lo inesperado: una bala perdida mata a su esposa. Este evento trágico lo llevó a perder el rumbo, descuidar a su hija y dejarse llevar por la ira, hundiéndose más cada día. Sin embargo, cuando lo había perdido todo —riqueza, familia, hogar— tomó la decisión de levantarse. Levantarse le llevó a realizar cambios profundos en su vida: se recuperó, recuperó a su hija, su título y su dignidad. La vida lo golpeaba una y otra vez, pero cada vez que caía, volvía a levantarse hasta lograr su victoria.
Levántate. Esta decisión es la clave para avanzar, para superar los obstáculos, y es lo que te permitirá progresar y alcanzar tus metas. “La mayor gloria no es caer, sino levantarse siempre” –Nelson Mandela. Y recuerda: “el justo cae siete veces, pero vuelve a levantarse” -Proverbios 24:16.
Guarda esto en tu corazón: “Y si el Espíritu de aquel que se levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.” Romanos 8:11.