La Prueba del Hambre (Parte 1)
Bendiciones para ti que estás leyendo esto. Antes de todo, soy cristiano, por lo que mencionar a Dios es importante… si te parece incómodo, puedes decir en vez de Dios: el universo, las maravillas del mundo, la naturaleza… el contexto que te parezca cómodo.
Cuando estuve investigando sobre la biografía de Elon Musk, conocido como uno de los fundadores de PayPal, dueño de Tesla, y Space X… en fin, uno de los grandes empresarios de este tiempo. Hubo un artículo que me llamó la atención: “Cuando el multimillonario Elon Musk sobrevivió con solo 1 dólar al día”. En concreto, con un dólar al día, no por necesidad, sino para probarse a sí mismo y saber si sería capaz de sobrevivir emprendiendo en Estados Unidos. Al lograr su objetivo, Elon Musk se dio cuenta de que podría alcanzar lo que se propusiera, porque su hambre de éxito era mayor.
Esto me hace recordar la palabra que Jesús le dijo a Lucifer: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). No podría contar las veces que he escuchado esta cita, siempre pensé que la había entendido, pero me doy cuenta de que en ese momento no tenía el nivel de conciencia para comprender su verdadero significado. Lo que esa palabra expresa es que el objetivo de Jesús era tan grande, que el hambre no era suficiente para detenerlo. Su propósito era tan impactante que la necesidad de saciar su hambre momentánea no valía más que la Salvación del Mundo. Porque de la boca de Dios sale palabra, y esas palabras son nuestros propósitos, muchas de ellas se manifiestan en nuestros sueños y metas. “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11). Pero aún así, pensamos que el hombre vive solo del pan.
Lo triste es que la mayoría de las veces tenemos una vaga idea sobre el propósito de nuestras vidas. No sabemos hacia dónde queremos llegar, por lo cual vivimos del pan. David Joseph Schwartz realizó una encuesta, y estas fueron las respuestas más comunes: ¿Por qué razón se ha levantado esta mañana? Para ir a trabajar. ¿Por qué tiene que ir a trabajar? Porque tengo que comer. ¿Para qué tiene que comer? Pues, para seguir viviendo. ¿Para qué quiere seguir viviendo? Para levantarme mañana e ir a trabajar nuevamente… Esta es la realidad de muchas personas, vivir en esa rutina, vivir del pan de cada día.
Este es un mundo lleno de oportunidades. Solo aquellos con un propósito, una meta grande, un objetivo claro… solo ellos pueden ver las oportunidades que el mundo ofrece. Esta primera parte de este tema que juntos estaremos analizando concluye con la siguiente pregunta: ¿Vives del pan o de cada palabra que sale de la boca de Dios?