Intercesión
“Intercesión” es una palabra poderosa que implica pedir en favor de otro. Jesús, por ejemplo, intercede ante Dios Padre por todos nosotros. En el mundo moderno, Amazon intercede entre un negocio (que tiene el producto) y el cliente (que tiene el dinero para comprarlo).
La Biblia nos habla de Nehemías, quien intercedió con el rey para la reconstrucción de los muros de Jerusalén por su pueblo. Este acto de intercesión no fue planificado conscientemente por Nehemías, sino que surgió de su amor y preocupación por su pueblo. En nuestra vida diaria, también actuamos como intercesores, por ejemplo, al recomendar un producto o servicio. Este acto de recomendación nos convierte en intercesores de ese negocio, ya sea de manera positiva o negativa.
Otro ejemplo notable es Martin Luther King Jr., quien intercedió por la igualdad y justicia para los afroamericanos. Él decía: “Nuestras vidas empiezan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas importantes.” Esto plantea la pregunta: ¿Qué tipo de intercesor eres? Amazon facilita la venta del negocio y la satisfacción del cliente. De manera similar, tú puedes ser un canal de Bendición para quienes te rodean o, con tus quejas y acciones, puedes convertirte en una maldición para ellos.
En muchos casos, para una madre, tener un hijo es una Bendición. Sin embargo, depende del hijo convertirse en una vía de Bendición o maldición para la madre: “El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza para su madre” (Proverbios 10:1).
Aquí en la tierra, eres un intercesor. ¿De qué? Eso lo defines tú. Descúbrelo a través de la lectura de libros o la toma de buenas acciones. Un buen recurso para identificar tu propósito es el libro “Una vida con propósito” de Rick Warren. Sé un intercesor para bendecir, porque Dios ha puesto un gran propósito en ti. ¡Atrévete a tener éxito!