El acto de AMAR a tus enemigos

Este tema surge de un combate que vi por televisión, donde dos personajes peleaban por la victoria. Lo que me sorprendió de esta pelea fue que el protagonista principal se enfocaba en salvar al contrincante, aun cuando tenía varias oportunidades de ganar el combate. Al final, el protagonista logró salvar al contrincante, y con lágrimas en los ojos de su oponente, se dieron el último golpe… al final, el contrincante ganó el combate y el protagonista ganó un amigo.

Esta escena me recordó lo que dice Mateo 5:44: “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen”. Es ilógico amar a tu enemigo, pero nunca pensé que sería el acto más heroico que puede hacer una persona por su prójimo. Abraham Lincoln decía: “¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?”.

Hay algo real en la vida: no seremos amados por todos, y uno de los errores más grandes es tratar de agradar a todos. Pero no por eso debemos guardar odio hacia una persona, ya que si le guardas odio, automáticamente eres esclavo de ella, porque tus emociones dependerán de si esa persona se encuentra donde estás o si recuerdas algo que hizo. Existen muchas frases famosas sobre los enemigos, pero todas concuerdan en que la traición de un enemigo no duele tanto como la que viene de un amigo. Por ende, ten más cuidado al elegir a tus amigos que al identificar a tus enemigos.

Se solía decir que Steve Jobs y Bill Gates eran enemigos a muerte, pero en realidad, competían constantemente entre sí, sacando lo mejor de cada uno. Si identificas a alguien como enemigo, procura verlo mejor como un contrincante, ya que a la larga, tienes un punto de referencia para ser mejor, superar tus límites y seguir superándote. Verás que esa persona, a la que en algún momento viste como enemigo, puede ser una bendición.

No a todos les tienes que agradar y no todos tienen que agradarte a ti, pero aun así, no hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti, ni a tus hijos, ni a tus seres queridos. ¡Ten un bendecido día!