Cuidado con ser Negativo
En una de las prédicas del Pastor Magdiel T, mencionó una frase impactante: “cuando eres obstáculo para la bendición, eres una maldición para esa persona.” Reconocer que podrías ser una maldición para alguien es difícil porque tendemos a ver las situaciones desde nuestra perspectiva y no desde la de los demás.
Si eres una persona tóxica, te conviertes en una maldición para los que te rodean. Si no eres así, aléjate de quienes lo son porque eventualmente te influirán. “Quien se junta con sabios, sabio se vuelve; quien se junta con necios, acaba mal” -Proverbios 13:20. Un ejemplo que ocurren comúnmente son los padres sobreprotectores, los cuales pueden dañar el proceso de desarrollo de sus hijos, convirtiéndose en obstáculos en lugar de guías.
Es difícil soportar a un negativo al lado, pero lo más duro es reconocerlo cuando soy yo esa persona. Una forma de darte cuenta es a través de tus palabras y acciones: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca” -Lucas 6:45. Tus palabras te delatan, revelando tu verdadero carácter, y tus publicaciones en redes sociales pueden decir aún más sobre ti.
Dios, en su infinita bondad, nos ha dado una fórmula para dejar de ser tóxicos: el arrepentimiento. Arrepentirse es reconocer que estás mal y que deseas algo mejor para tu vida. Las personas exitosas reconocen sus errores a tiempo y hacen los ajustes necesarios para mejorar; esto es un signo de madurez. Arrepiéntete cada día; Dios quiere hacer de ti una mejor versión, para que seas una bendición y no una maldición para los demás.
