Aviva tu fuego (Parte 2)
Anteriormente hablamos de un factor esencial para el avivamiento personal: la integridad. Ahora procederé a mostrarte uno de los cuatro pasos que A. W. Tozer recomienda para el avivamiento personal. Este primer paso consiste en estar totalmente descontento contigo mismo. Debes tener el gran deseo de mejorar, salir de la monotonía y superarte cada día más.
Tozer comenta que “La autocomplacencia es enemiga del progreso espiritual. Un alma satisfecha de sí misma es un alma estancada.” Esto aplica a todas las áreas de tu vida. Es como cuando consideras que sabes lo suficiente y, por ende, tus conocimientos nunca crecen. En otras palabras, en el momento en que te acostumbras a estar en la posición en la que estás, tomas la decisión de estancar tu crecimiento en tu vida espiritual, financiera, familiar, profesional, relacional, física y personal.
Es lamentable, pero hay muchos que se encuentran en este estado, por eso nunca ves ni verás progreso en sus vidas hasta que lleguen al momento de decidir hacer algo diferente. Decía un gran violinista: “Odio la autocomplacencia. Toco cada concierto como si podría ser el último, entonces yo lo disfruto más que nunca” –Nigel Kennedy. Evita tener resultados mediocres en tu vida; es mejor ser de los que dan lo mejor de sí, aunque la recompensa no sea inmediata. Dando lo mejor estás rompiendo tus propios límites y, con el tiempo, llegará el momento en que el mundo no podrá retener más tu bendición.
Dios te ha creado con un gran potencial, que sólo puede ser desarrollado si realmente estás totalmente descontento contigo mismo y deseas superar tus límites. Dios quiere bendecirte así como prospera tu alma. 3 Juan 1:2 dice: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
No estanques tu vida ni tu crecimiento, ¡que Dios te quiere llevar a lugares más altos!