Enfrenta a Goliat
Tal vez en algún momento has escuchado la frase “Enfrenta a tu Goliat”, haciendo referencia a que te enfrentes a tus dificultades, miedos y obstáculos. Esta expresión proviene de la historia del joven David cuando se enfrenta al gigante Goliat, relatada en la Biblia, en el libro de los Reyes. Lo que quiero que comprendas es que hay varios factores que debes tomar en cuenta, y entenderlos es clave si quieres mejorar tu vida, lograr tus sueños y alcanzar el éxito.
Para enfrentar a tu Goliat, primero debes enfrentarte a tu mente. El verdadero desafío está en lo que te dices a ti mismo, ya que lo que piensas es lo que vas a materializar. Un ejemplo claro de esto es que todo el pueblo de Israel tuvo la oportunidad de enfrentar al gigante, pero todos solo se visualizaban perdiendo. En cambio, David, con solo 15 años, se visualizó derrotando al gigante. Por eso, el primer principio para vencer a tu Goliat es verte ganando antes del enfrentamiento. Esa es la razón por la que muchas personas siguen en la pobreza: se visualizan ganando poco, mientras que el rico se visualiza ganando más (más tiempo, más dinero, más amigos, más oportunidades para crecer y aprender).
También debes acompañar tus pensamientos con acción. Para que lo entiendas mejor, te lo explicaré con un cuento: había tres ranitas posadas en un tronco a la orilla de un río. Dos de ellas deciden lanzarse al agua. ¿Cuántas ranas quedan en el tronco? La respuesta es que las tres, porque simplemente tomar la decisión no es suficiente para que se haga realidad. Debes acompañarla con acción, ya que un sueño sin acción es solo una ilusión. Tus sueños se harán realidad solo cuando tomes las medidas necesarias para cumplirlos.
Otro factor importante es descubrir tu “¿por qué?”. Definir tu propósito no es sencillo; hay personas que tardan años en encontrarlo y muchas mueren sin saberlo. Mi deseo es que lo descubras, pero esa es una respuesta que solo tú puedes darte. Te daré una pista: antes de enfrentar al gigante, David preguntó: “¿Qué se ganará el que venza al gigante?”. En otras palabras, buscó la recompensa de la victoria. Considero que la recompensa es el “¿por qué?” que te impulsará a enfrentarte a tu gigante. Lo lamentable es que la mayoría de las personas tienen razones para enfrentarse a sus Goliat, pero convierten esas razones en excusas. Sé de los que, en lugar de ver excusas, ve razones.
Para mí, el factor más importante que tenía David era su fe en Dios. Esa fe le permitió no temer a ningún gigante. ¡Dios está contigo! ¡Enfrenta a tu Goliat! Hay todo un pueblo esperando tu victoria (tus seres queridos).