Gota de Esperanza
“La esperanza es el pilar que sostiene al mundo. La esperanza es el sueño de un hombre despierto” –Pliny the Elder. Desde el momento en que nacemos, la esperanza comienza a actuar en nuestras vidas. Muchas de las grandes hazañas fueron realizadas por personas que se enfrentaron a lo que parecía imposible, pero su creencia en que podían lograrlo hizo que lo inalcanzable se volviera posible. Como bien dice la Escritura: “Si puedes creer, al que cree todo le es posible” -Marcos 9:23.
La esperanza, cuando se abraza con fuerza, destila una gota de fe. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.” -Hebreos 11:1-2. Debes recordar que Dios te ha dado el potencial para lograr todo aquello que te propongas, incluso por encima de tus miedos y limitaciones.
No dejes de luchar ni de levantarte cuando la vida te golpee. Aunque la mayoría renuncie, tú no eres como los demás. Pronuncia tu nombre en alto y prométete a ti mismo que alcanzarás tus metas. Aquellos que pierden la esperanza pierden la confianza en sí mismos, pero tú no. “Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” -Isaías 40:31.
Cuando crees en tus sueños, esa esperanza se transforma en fe, que te empuja a actuar. Así te convertirás en una persona que abrirá caminos para aquellos que han perdido sus esperanzas, para aquellos que se han rendido. Porque, como dice Lin Yutang: “La esperanza es como un camino; antes no había, pero cuando muchas personas andan en él, el camino se hace real”.