Es Difícil para Todos

Este tema surge de un artículo que me mostró un tío en una página web, cuyo nombre no recuerdo, que contenía lo siguiente:

“Quizá estés pasando por un momento súper difícil y no sabes qué hacer. La situación ha sido tan dura que todo parece estar destruido, y crees que no podrás salir o superar esta situación. Hay una buena noticia: los procesos no son para morir en medio de ellos, sino, para levantarnos con nuevas fuerzas.“

Cada hombre en la Biblia experimentó el dolor de una forma tan intensa que quizás ninguno de nosotros hemos llegado a ese punto. Muchos de ellos fueron perseguidos por reyes, gobernadores y personas importantes de su época. Sin embargo, se levantaron con nuevas fuerzas y emprendieron cosas que nunca habían pensado hacer.

Todos pasan momentos difíciles; solo aquellos que se superan cada día vencen esos momentos, mientras que los demás se acostumbran a ellos. Es como la historia de un hombre que va a donde una adivina para conocer su futuro. Ella le dice que ve miseria en su vida durante 40 años. La noticia entristece al hombre, quien le pregunta: ‘¿Qué pasará después de los 40 años?’ La adivina responde: ‘Te acostumbrarás a ello.’ Del mismo modo, existen personas que se apenan toda su vida, y cuando ven algo positivo, les resulta chocante porque en su realidad ya no hay más que pobreza.

La realidad es que todos aquellos que fueron alguien en sus familias, en la sociedad o en la historia del mundo, pasaron por muchas dificultades. Estas dificultades son parte del proceso, la manera en que la vida te prueba para ver si apruebas y, al final, darte lo que te mereces. En una de las películas de Rocky, el personaje interpretado por Sylvester Stallone le dice a su hijo: ‘Te diré algo que ya sabes. En el mundo no todo es color de rosa. Es un lugar mezquino y feo, y por más fuerte que seas, la vida te pondrá de rodillas y no te dejará levantar si se lo permites. Ni tú, ni yo, ni nadie golpea tan fuerte como la vida. Pero lo importante no son los golpes que das, sino lo que eres capaz de soportar sin bajar los brazos. Cuánto eres capaz de resistir sin tirar la toalla. Así es como se gana. Si sabes cuánto vales, exige lo que te mereces. Aguanta los golpes y no comiences a señalar ni a él, ni a ella ni a nadie porque no estás donde quieres estar. Los cobardes hacen eso y tú no eres un cobarde. Tú eres mejor que eso.’

En mi caso, sentí que fue Dios quien me dijo esas palabras: ‘Eres mejor que cualquier dificultad.’ Con esto, quiero que sepas que Dios te lo dice a ti también.